Parte de el liquido del enema salio
nada mas quitar la canula, y cerre el culo con todas mis fuerzas. Era difícil,
porque sentia unas ganas tremendas de vaciar el intestino. Era como cuando
tienes unas ganas grandísimas de cagar y un dolor tremendo. En cuanto me
relajaba un poco un chorro caia sobre la cama.
Tras diez minutos me ayudaron a levantarme y me llevaron a la camilla
ginecológica. A cada paso perdia un poco de liquido. No solo era doloroso, era
tremendamente humillante.
Me tumbaron en la camilla y me colocaron los pies en los apoyos que me mantenían las piernas en
alto, mi culo expuesto al mundo. Ataron mis tobillos a los apoyos y me ataron
las muñecas a los brazos de la camilla también. Esto no me gusto nada.
-
¿Porque me
atan? No voy a escaparme… ¿o debería?
-
No deberías
escaparte porque tu sabes que estas obligada a hacer esto y te va a suponer
mucho dinero y es bueno para ti. Lo hacemos por tu bien, para ayudarte si en
algún momento de flaqueza pierdes tu determinación. No conviene que hagas movimientos
extraños.
Entonces me pusieron una via en la vena del antebrazo. Engancharon una
botella con un calmante para el dolor. Y entonces me introdujeron la canula y
empezó a entrar aquel liquido templado. Me dijeron que era agua con un
medicamento que relajaría las paredes de mi intestino. El objetivo era hacer
espacio para la mercancía. Yo notaba como mi vientre se hinchaba. Vaciaron una
botella de dos litros y luego trajeron otra!
-
Esta es solo
agua. Me dijeron.
Sentia que mi vientre iba a explotar, pero notaba
menos dolor que antes, gracias al calmante que me habían puesto, supongo. Pero
la sensación era de que me iba a reventar el vientre, e incluso veía mi vientre
hincharse.
-
Aguanta
aguanta! No ves que lo estas perdiendo! No te despistes, cierra ese culo!
Debia hacer un esfuerzo increíble para mantener el liquido dentro, asi que
perdi mas de un litro según ellos cuando retiraron la canula.
-
Trae otros
dos litros. Sino luego podemos tener problemas.
El dolor fue tremendo hasta que entro todo, con calmante y todo. Luego me
soltaron y me hicieron levantar. Me ayudaron andando hasta el baño. Yo iba
doblada 90º, no podía enderezarme, el bastidor que sujetaba la bolsa de
calmante con el tubo que iba a la via de mi antebrazo sujetado por una
“enfermera” y perdia liquido a cada
paso.
-Lo esta poniendo todo perdido, venga rápido al baño y vaciate a gusto ahí.
Despues de despacharme a gusto en el baño y unos 20 minutos de tranquilidad
volvieron a amarrarme a la camilla. Entoces me pusieron un sedante y empece a
sentirme pesada, muy pesada. Me pesaban los brazos y las piernas. Intente decir
algo pero no tenia fuerzas casi para hablar, se me cerraban los ojos. Una
sensación de placer y tranquilidad se adueño de mi, creo que me dormi.
Entonces algo me despertó. Alguien estaba metiendo algo en mi ano!. Mire y
vi un hombre con guantes de latex y la mano totalmente introducida en mi culo
hasta la muñeca. Estaba hurgando dentro de mi, extendiendo lubricante en mi
recto. Entre el sedante y el calmante, apenas notaba su contacto. Despues del
momento malo del enema me sentía relajada, medio dormida, sedada, tanto que
empece a excitarme con el masaje. Mi minipene enrojecio y se endurecio. Todos
se fijaron y rieron.
-
Mira la puta
como goza jajajaja. A ver si va a correrse la muy zorra jajajaja Lo que nos
faltaba, ya nos ha manchado todo.
Y si que me corri si. Empezaron a introducir los paquetes y empece a gemir.
Con el segundo paquete note la presión en mi próstata y note el orgasmo subir
por mi columna vertebral. Mire y me vi rodeada, todos mirándome, y el hombre
introducia el tercer paquete en mi culo. Me parecio una imagen super excitante
y me corri lanzando un aullido de placer. Todos se rieron.
-
Jajajajaja.
Como goza la muy guarra!. Se ve que le va el sexo duro.
Despues del orgasmo me relaje y volvi a dormirme un rato.
Un fuerte dolor me despertó. Como si algo quisiera atravesarme para salir de mi
vientre. Otro pinchazo mayor me hizo gemir.
-
Vaya. Se
despertó la bella durmiente. Hemos llegado a una curva. Ahora te va a doler
algo. Tranquila intenta relajarte.
-
¿Cuánto
paquetes van? Pregunté.
-
Seis. Ahora
vamos con el séptimo.
El fisioterapeuta me masajeaba en el vientre en la zona donde se suponía
que estaba el primer paquete para abrirle camino. El séptimo paquete empujo a
los demás y otro dolor muy fuerte me hizo chillar.
-
Ya pasó el
primero. Este ya dio la curva.
No pude mas que pensar que 19 paquetes faltaban por dar “la curva”. El que
introducia los paquetes empujo el séptimo mas adentro metiendo la mano dentro
de mi culo. Otro pinchazo aun mas intenso que el anterior me hizo gruñir.
-¿Pero no había pasado esa maldita curva?
-El primero si, pero ahora a
empezado a girar el segundo, dijo el fisio apretando mi vientre con sus manos y
haciéndome gemir una vez mas. Luego empezó a masajear desde mas abajo y me
empezó un dolor fuerte y constante en la zona de lo que llamaban “la curva”
,como un fuerte aire que no puedes expulsar.
- ¿No había pasado esa maldita curva ya o que?
- Esta girando,si, esta girando. Dijo el fisio
El maldito dolor no se iba. Entonces ese dolor se incremento haciéndome
gemir.
-Aaaaaaaa! ¿Ya giró, por dios?
- Si si ya había girado, ahora es el siguiente.
Entonces vi que estaban introduciendo el octavo paquete y que este empujaba
a los demás. Empujo mas el octavo paquete y el dolor fue insoportable en la
zona de la maldita curva. La intervención del fisio alivio un poco mi dolor.
Entonces me di cuenta que en mi bajo vientre debajo del hombligo empezaba un
dolor sordo. Sentia como un aire que no podía expulsar. Entonces empezaron a
introducir el noveno paquete y al típico pinchazo de aquella dichosa curva se
unio este otro mas bajo. Un empujon al noveno paquete hizo que estallase de
dolor.
-
Aaaaa!
Paraaa! Para! No puedoo!.
-
Es el paso
del recto al intestino. No ha girado bien.
Yo seguía gritando de dolor. La intervención del fisio alivió bastante el
dolor mas intenso del “recto” pero el de la curva aquella seguía. Entonces
masajeo esa zona y le dijo al que introducia los paquetes que siguiera. Pero a
mi me seguía doliendo esa curva.
-
Oye que
todavía me duele…
-
Mira chica
cállate ya. Si te crees que esto no te va a doler estas equivocada, asi que se
valiente y aguanta un poco.
-
Pero antes…
una vez que paso ya no me dolia…
-
Era el
primero, ahora es el tercero. Según sale uno entra el siguiente, y la zona esta
sometida a presión continuamente. Hazte a la idea que no van a pasar sin dolor.
Tu intestino tiene una curva muy pronunciada ahí.
Mientras empezaban a introducir el decimo. Llegar a la mitad me dio
animos…hasta que el dolor anterior del bajo vientre volvió con mas intensidad
aun.
-Aaaaaaaaaaaaaaa! Noooooooooo! Paraaaaaaaa!. – lagrimas salieron de mis
ojos y mi cuerpo se tenso como una saeta. Eso hizo que el dolor se trasladase a
todo el vientre.
-
Para para. Tenemos
un problema aquí. Creo que uno se ha atravesado y no pasa. A ver ahora, empuja.
Otro dolor aun mayor me invadio. Mi grito no llego a salir de mi garganta.
Me quede como paralizada.
-
Ponedle mas
calmante. - Dijo el fisio mientras intentaba enderezar el paquete trabado con
masajes.
-
Y sedadla
también por dios. Me esta poniendo nervioso con sus gritos y quejas.
Note que el dolor se rebajaba un poco e intente hablar pero las palabras no
salieron de mi boca. Solo un hilillo de baba corrió de mi boca. La cabeza se me
había caído de lado e imágenes extrañas aparecían en mi mente. Veia al fisio
poniéndose un guante de latex e introducir la mano en mi culo, pero no sabia si
era real o un sueño. Saco dos paquetes y metio la mano. Saco otro. Otra vez
metio la mano, mas y mas profunda. Un dolor muy agudo me despertó de mis
sueños, si es que estaba soñando. Chille. Luego creo que me dormi.
Me desperté. Con la esperanza de haber dormido mucho tiempo.
-
¿Cuantos
vamos? Acerté a pronunciar.
-
Ahora vamos
con el decimo
Estábamos como antes! Me sentía muy pesada y apenas podía pensar con
claridad. Veia a los de mi alrededor envueltos en una neblina.
-
No podemos
dejar que se duerma. La quiero consciente. Habeis exagerado con el sedante.
-
Asi esta mas
tranquila. Y no chilla.
-
Pero es
peligroso. Necesito feedback para saber si hay algún problema. Como antes
cuando un paquete se atasco. Si llega a estar dormida podíamos no haberlo
sabido, y haber habido problemas. Lo que ella siente nos da información de lo que esta pasando ahí
dentro.
Introdujeron el decimo bien profundo. Un tremendo dolor en las zonas donde
antes me había dolido también lo vivi como entre sueños, una pesadilla. No era
consciente de donde estaba, pero tenia una tremenda sensación de ahogo,
ansiedad e impotencia. Quise moverme pero el cuerpo no me respondia. Metieron
el numero 11 y el dolor se multiplico. Un intento de gritar quedo en un sonido
sordo y lagrimas en mis ojos. Con el 12 el dolor de la zona del bajo vientre se
extendió hasta la zona de aquella famosa “curva” y asi todo el vientre parecía
que me iba a explotar. Cuando el fisio manipulo para ayudar a entrar la mercancía
un nuevo dolor muy intenso empezó en una zona mas arriba. Grite y esta vez si
salio el grito de mi boca.
-
Estamos en
otra curva. Voy a intentarlo hacerlo pasar.
Con el 13 el dolor fue intensísimo en todo el vientre. Ya no era como
antes, que me daban pinchazos en zonas determinadas. Ahora parecía que todo mi
vientre iba a explotar. Me retorcí en la camilla, pero estaba atada de pies y
manos.
-
Ponedle la
correa del cuerpo.
Entonces me ataron a la camilla con otra correa que ataba mi cuerpo. Ahora
si que estaba completamente inmovilizada. Asi entraron el 14 y el 15. Me estaba
mareando. El dolor se extendia cada vez mas por todo mi vientre. Pense que iba
a explotar. Parecia que mis órganos internos querían salir fuera de mi. Lloraba
y lloraba.
Con el 16 empece a tener un sudor frio y se me empezó a nublar la vista.
-
¿Veis?
Demasiado sedante! Mantenedla despierta. Necesita adrenalina. Colgaron una
bolas nueva y unieron un nuevo tubo a la via de mi antebrazo. Al poco tiempo
empece a sentirme mas consciente
Con el 17 mi cuerpo empezó a temblar de forma incontrolada. Contracciones
incontroladas partian de mi vientre hacia el pecho y se extendían a todo mi
cuerpo. Mis piernas y brazos comenzarona temblar también. De repente un fuerte
dolor apareció en el lado derecho alto de mi vientre. Pense que me había
desgarrado internamente. Crei que iba a morir en ese mismo momento. Grite
desesperadamente.
-
Tranquila. No
pasa nada. Respira e intenta relajarte, el dolor ira remitiendo.
Yo no notaba que disminuyese.
-
El primer
paquete ha llegado al final del intestino grueso. No podemos profundizar mas.
-
Pero faltan
tres!
-
Debiamos
haber hecho los paquetes mas gruesos y cortos. Ella no tiene problemas con el
diámetro y el intestino podría ensancharse mas, pero nunca podrá alargarse,
llega al intestino delgado y allí hace tope. En el intestino delgado si que no
caben por mucho que lo intentemos, y eso es lo que le produce el dolor.
Mi dolor seguia siendo tremendo en esa zona. No notaba que bajase.
Intentaba respirar pero respiraba entrecortadamente entre sollozos y mis
temblores no cesaban.
-
No podemos
dejar tres paquetes fuera!
-
Podemos
intentarlo. Los paquetes son flexibles y los que vayan entrando empujaran a los
otros. Al hacer tope el primero los paquetes iran deformándose un poco,
achatandose y engordando. Es la única posibilidad, pero habra que empujar
fuerte. Yo ayudare con los masajes.
-
¿No le
perforara el intestino?
-
No creo, los
paquetes son blandos, se deforman y no lo perforaran. Pero será muy doloroso.
Va a necesitar mas calmante.
Siguieron tres paquetes mas y a cada uno de ellos mi dolor crecia. Nunca
pensé que podría sufrir tanto. Gritaba, lloraba, temblaba constantemente. Pero
no pararon hasta introducir los 20 paquetes. Cuando acabaron me pincharon con
una aguja en el mismo ano y note como se contraía. Note como si se hinchara y
una fuerte presión.
-
Esto te
ayudara a mantener las bolsas dentro. Tras un par de días empezara a relajarse
y volver a su normalidad, no te preocupes.
Me ayudaron a levantarme. Las piernas no me sostenían y no podía enderezar
el tronco. Me tumbaron en la cama, en la que quede en posición fetal. Añadieron
sedante a mi via y la vista se me nublo. Perdi la consciencia
Imágenes tremendas y pesadillas constantes me acompañaron mientras dormia.
Soñe que me inflaban con una bomba hasta que reventaba y toda clase de
pesadillas parecidas que no recuerdo pero que dejaron sensaciones horrendas.
Hasta que me desperté al sentir gente a mi alrededor. Estaban introduciéndome
algo por la via.
-
Tranquila, es
un medicamento astringente para ayudarte a mantener la mercancía dentro. Lo
necesitaras para el viaje de vuelta.
-
Tienes el
autobús al mediodía. Ahora debes levantarte e ir moviéndote poco a poco.
Tenemos 6 horas para ir prepararte para el viaje.
Me sentía mareada y con ganas de vomitar, pero no tenia nada que vomitar en
mi estomago. Tenia un sudor frio. Sentia como que tenia fiebre. Y una tremenda
pesadez e hinchazón en mi vientre. Era como un tremendo retortijón constante,
con ganas de ir al baño. Como una tremenda diarrea que no se puede contener.
Con la diferencia de que con la diarrea sabes que al expulsarla por lo menos
cesa el dolor.
Intente moverme y el dolor se incremento y extendió.
-
Venga debes
levantarte.
Me ayudaron a sentarme en la cama. Un tremendo dolor se extendió desde mi
vientre hacia la espalda y pecho. Sentia una tremenda presión en el vientre.
Pense que evacuaría todo allí mismo en la cama. Era una sensación de querer
cagar fortísima. Con tremendo dolor abdominal. Un sudor frio recorrio mi
cuerpo. Me mantuvieron sentada un rato mientras sentía que dentro de mi vientre
todo se movia. Era como si estuviera llena de liquido y al incorporarme ese
liquido se moviera. Parecia que todas mis vísceras pesaban toneladas y caian
hacia mi pelvis. Este movimiento me produjo unos retortijones horribles. Además
se oian unos sonidos horribles, sonidos de tripas pero en gran escala y sin
parar. Todo se movia dentro de mi. Se producían presiones y movimientos
internos que parecía que caballos salvajes corrian dentro de mi vientre. Las
lagrimas caian por mi rostro, y no podía parar de sollozar.
-
Teneis que
sacarme esto de dentro! No puedo hacerlo!
-
Tranquila,
los intestinos están recolocándose, el dolor ira bajando.
Me mantuvieron sentada en la cama ayudándome mientras los dolores iban
remitiendo un poco.
-
Debes
incorporarte despacio. Tus movimientos deben ser lentos. Dar tiempo a tus
intestinos a recolocarse. Cada vez que te levantes debes hacerlo muy despacito.
Me sentia hinchada como un globo. Despues de unos 20 minutos me ayudaron a
levantarme despacio, pero no podía enderezar mi tronco. Me agarraron de los
hombros y me enderezaron el cuerpo lentamente. La sensación era de que todo mi
interior estaba cayendo hacia abajo acumulándose en la parte de la pelvis.
Podia ver a través de mi piel los
movimientos intestinales, y escuchaba el ruido. Parecía que todos mis órganos
internos iban a salir por mi culo, que iba a explotar en una gigantesca cagada,
pero esta no llegaba y la sensación seguía igual. Imagino que algo parecido
debe sentir una mujer a punto de parir.
-
Ya se lo que
sientes. Tienes que aguantar ahora, tus intestinos están recolocándose.
Tranquila, lo que sientes es normal. Ten en cuenta que tus intestinos están
completamente llenos y pesan mucho. La gravedad los tira hacia abajo, y cada
pequeño movimiento dentro de ti es muy doloroso. El intestino se desplaza con
el peso por la gravedad. Al hacer esto presiona otras estructuras, las
desplaza, tira de otras. Ademas esta mas grande de lo normal, ocupa el doble,
presiona tus órganos internos. Por eso es importante que ahora le demos tiempo
a colocarse y que luego te muevas lentamente. Conviene que no te tumbes y
duermas sentada. Tu cuerpo siempre en vertical, sino tus intestinos volverían
hacia arriba y luego seria muy doloroso incorporarte, como ahora a sido.
¿Tienes sed?
-
Tremenda.
Tengo la boca como un trapo
-
Solo puedes
tomar liquidos hasta que llegues a destino.
Bebi con ganas. Aunque a veces me daban arcadas. Me tuvieron caminando un
rato y los dolores disminuyeron algo.
-
Sientate y
descansa. Seguiremos con los paseos hasta que tengas que marchar al autobús.
Espero que para entonces los dolores sean menores. Desde que salgas de aquí
deberas arreglártelas tu solita hasta llegar a destino. Anda con cuidado y no
tienes porque tener problemas.
Asi que al mediodía me pusieron la ultima dosis de calmante y me quitaron
la via. Sali hacia la estación de autobús. Estaba a 500m, que se me hicieron
eternos. Me sentía hinchada y mis tripas eran de plomo. Cada paso sentía el
movimiento de mis intestinos como si estuvieran llenos de agua y se balancearan.
Tenia la sensación de que todo el mundo lo notaba. Era como una urgencia
extrema de ir al baño, con dolores abdominales; todo el tiempo, cada segundo.
Cada minuto era una eternidad.
En el autobús esa sensación no disminuyo. Aunque al mantenerme tanto tiempo
sentada sin moverme los movimientos abdominales cesaban bastante y el dolor
disminuia. Fueron 5 horas de autobús. La noche en el hotel la pase sentada en
un sofá. No podía dormir por el dolor y me inyecte una dosis de morfina. El
dolor disminuyo pero aun asi no podía dormir. Aguante dos horas mas pero estaba
cansadísima y esa sensación constante de urgencia por ir al baño y dolores
intestinales me impedia dormir. Me inyecte otra dosis. Me dormi. Cuando me desperté
vi que era tarde. En media hora salía mi autobús! No quería ni pensar en
perderlo y tener que esperar al del dia siguiente. Intente levantarme de golpe,
pero me había quedado recostada en el sofá. Un tremendo dolor abdominal me hizo
caer de nuevo en el sofá. En unos minutos apenas pude respirar, pero tenia que
levantarme! Incorpore el cuerpo y mis tripas empezaron a gemir. Un sonido
bestial. Sentia que todo se movia dentro de mi. Espere un poco, pero debía
moverme. Me levante, me puse los zapatos cogi el bolso y anduve lo mas rápido
que pude a la estación. Cogi el autobús por los pelos. Me sente y empece a
notar un sudor frio, como si tuviera fiebre. Todo dentro de mi se movia, pensé
que iba a explotar. Necesitaba urgentemente una dosis de morfina pero no podía
inyectarme en el autobús. Una señora me miraba y me pregunto si me encontraba
bien. Intentaba disimular pero incluso mis movimientos abdominales se oian.
Tras 3 horas largisimas el autobús se detuvo.
-
5 minutos
para ir al bañoo
Todo el mundo salio rápidamente y yo lo mas rápido que pude, pero el
incorporarme me produjo tremendos dolores. Era la ultima en la cola del baño de
mujeres. Un autobús había llegado detrás nuestro y se me habían adelantado a mi
que tarde en poder salir del autobús. Todos los viajeros de nuestro autobús
subieron y yo tenia 5 mujeres delante mio esperando el baño. El chofer encendio
el motor. Yo corri detrás del edificio y me inyecte la morfina. Desde ahí oi la
bocina del autobús y corri a el. Me sente en mi sitio y pase lo que
posiblemente fue la peor hora de mi vida. Contando todo lo que había pasado
cuando me metieron la mercancía. Fue peor que el peor momento de la camilla
ginecológica. La morfina empezó a hacer efecto pero no era suficiente, ni mucho
menos. Mis tripas se habían desordenado totalmente y estaban desbocadas. La
gente oia el sonido y me miraba. Pense en arrancar la ventanilla de emergencia
y saltar, en serio, no podía soportarlo. Para hacerlo todo mas difícil, me
entraron ganas de orinar. A la mañana no pude orinar y la anterior parada ya
tenia ganas pero no me dio tiempo. Las tripas al moverse me presionaban la
vejiga. Cada vez era peor. No podía soportar esas tremendas ganas de ir al
baño, para una cosa y para la otra también. Pero una de ellas no podía retenerla.
Cuando un movimiento abdominal me presionaba la vejiga perdia algo de orina.
Moje algo mis bragas y falda. Cada perdida iba empapando el asiento. Levante
algo mi falda por detrás porque no quería ir con la falda empapada cuando
parase el autobús. Se veria! Ya notaba mi culo con las bragas empapadas. Otra
presion abdominal me hizo perder una gran cantidad. Estaba sentada en un charco
en el mullido asiento del autobús. Pero el dolor seguía, y la presión en mi
vejiga lo acrecentaba, no podía aguantar mas, era demasiado. Entonces me relaje
y la orina empezó a salir con libertad. Senti alivio y no pude parar. Estaba
sentada en un gran charco de pis, que desbordaba el asiento y caia por mis
piernas empapando mis medias. Se hizo un charco en el suelo y el pis empezó a
correr hacia el pasillo. Rapidamente me quite la chaqueta y la tire al suelo
para parar el rio, la pise con mis pies, sin zapatos, y la deje empapar,
secando el suelo. El viaje siguió siendo un infierno de dolor, aunque mis
intestinos estaban recolocándose cada vez mas tranquilamente. 4 horas después
el autobús hizo otra parada. Esta de media hora. Baje despacio y fui al baño y
me inyecte mas morfina. Orine de nuevo. Sali y colgué mi chaqueta al aire para
que se secara un poco. Entre al bar porque fuera hacia mucho frio para estar
sin chaqueta. Tome una manzanilla. Un grupo de hombres me miraba y se reia.
Unas mujeres cotilleaban entre ellas mirándome descaradamente. Me puse
nerviosa. ¿Me habrían descubierto?¿pero como? ¿Qué pasaba?
Entoces volvi al baño y vi en el espejo horrorizada que las bragas mojadas
habían mojado la falda también en mi culo y se transaparentaban. Sali del baño
y cruce todo el bar entre cuchicheos saliendo fuera a por mi chaqueta. Estaba
ya casi seca, pero olia a demonios, como mis bragas, mi falda, mis medias y yo
misma. Estaba meada, sudada de mi sesión de inserción de mercancía, en la que
me había corrido y no me habían limpiado, las piernas salpicadas de los enemas
previos, no me había duchado en 4 dias. Estaba anocheciendo y hacia frio asi
que me vesti la chaqueta. Volvi al autobús. En esta parada subia mas gente.
Horrorizada vi que una señora iba a sentarse en el que era mi sitio, y que
estaba empapado de meada.
-
Perdone
señora este es mi sitio!
-
Lo siento,
como no están numerados…
Me sente en mi asiento mojado sonriendo a la
señora. Senti como el asiento iba empapando mi falda y bragas otra vez. La
señora se sento a mi lado, ya que no había mas asientos disponibles.
-
¿No nota un
olor extraño? ¿sera el baño del autobús?
-
El autobús no
tiene baño
-
Pues diría
que huele a retrete. ¿no lo nota usted?
-
No
Entonces mis intestinos gruñeron una vez mas. La
señora me miro de arriba abajo y saco su frasco de perfume. No volvio a
dirigirme la palabra en las 6 horas que quedaban de viaje.
Al final llegue a mi destino. A las pocas horas mi
ano empezó a relajarse y expulse las bolsas. Fue un alivio. Alli mismo me quede
dormida 10 horas. Me desperté y note dolor en mis tripas. Habia estado los dos
últimos días bajo el efecto de sedantes y calmantes, pero ahora me daba cuenta
de la paliza que había recibido mi cuerpo.
Llegue a casa 6 dias después de haber salido.
Destrozada. Me meti en la cama otra vez pero tuve que tomar calmantes para
dormir. Dormi casi todo el domingo. Roberto me chillaba porque no había ido a
trabajar. Me dijo que el Lunes debía empezar. El lunes todavía me dolia el
vientre. Si antes lo sentía pesado ahora lo sentía lleno de aires. Hacia mucho
ruido. Por lo visto mis intestinos tenían que volver ahora a su situación
natural, y eso requeria también tiempo, dolor y una gran cantidad de aires que
expulsar. Aires que si no los expulsaba me dolían mucho. El lunes fui a
trabajar después de tomarme un calmante. Y aun asi aguante la jornada con muchos dolores. Luego todo fue mejorando
durante la semana, aunque me sentía hinchada, tenia digestiones pesadas y no
paraba de expulsar gases.
Al final todo había resultado mucho peor que lo
malo que ya esperaba que iba a ser desde el principio. Una semana de trabajo
perdido. Sufrimiento extremo, y secuelas durante la semana siguiente. Solo
pensar en que en poco mas de dos semanas tendría que empezar con todo el
proceso otra vez me ponía los pelos de punta.
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