"Querido Roberto. Lo primero quiero excusarme por
haber perturbado tu vida. Ahora que has experimentado ser Gina te habrás dado
cuenta de por qué me he visto forzada a hacerlo. No he tenido fuerzas para
escribirte antes porque me avergonzaba de lo que hice, pero de ningún modo me
arrepiento. Sobre todo después de experimentar qué fácil es vivir como Roberto.
Es injusto que unos lo tengan todo en esta vida y otros tan poco. Roberto tiene
dinero, familia, amigos... ¡libertad! y una mente que me permite disfrutar con
mis estudios, leer libros y ¡entenderlos! Analizar situaciones rápidamente y
tomar decisiones correctas. Como Gina siempre metía la pata. Ahora expreso con
facilidad lo que quiero decir, tomo parte en las conversaciones; entiendo
razonamientos complicados y aporto ideas interesantes. La gente me escucha y me
respeta. Supongo que a ti te ocurrirá lo
contrario. Lo siento, pero supongo que si como tú, todo el mundo experimentara
las limitaciones de una mente… digamos… por debajo de la media… respetaría más
a esas personas en lugar de despreciarlas, reírse de ellas, o aprovecharse para
su propio beneficio.
Ahora que estoy en el otro lado admiro y echo de menos
cualidades de Gina. Su entrega y sensibilidad, su pasión. He salido con varias
chicas como Roberto. Sí, siempre he sido bastante abierta en ese sentido. Pero
sólo con la última he conseguido durar un tiempo, aunque no veo futuro a la relación.
Ella quiere más y más. Ya habla de casarnos y tener hijos. ¡Imagina! ¡Ni se me
pasa por la cabeza! El sexo como hombre
ni se acerca a lo que sentía como Gina. Aquellos orgasmos interminables… la
capacidad para disfrutar cada momento de la relación; la sensibilidad en la
piel, en todo el cuerpo… Ahora es intentar llegar cuanto antes a un orgasmo que
suele ser siempre más corto y pobre de lo esperado. Echo en falta esa pasión y
ese placer infinito. Si no fuese la vida de Gina tan desastrosa; un desastre en
los estudios, un desastre de relaciones sociales, un novio controlador y
egocéntrico…
Bueno. Estoy desvariando demasiado. Lo que quiero que
sepas es que sigo adelante con tus estudios y que, aparte de ciertos deslices
amorosos, tus relaciones sociales son satisfactorias. Tus padres están bien y
tengo buena relación con ellos. Son muy simpáticos y educados.
Por lo que me dices en tus mensajes (no te he
contestado hasta ahora pero los leo) tus estudios van mejor. Será la influencia
de la mente de Roberto. Sería estupendo si pudieras terminarlos. Dices que te
va bien con Giussepe; felicidades. A mí sólo me unía la dependencia económica,
y el carácter indeciso, conformista y obediente de Gina… bueno, y el sexo
claro. Pero eso no tendría dificultad en encontrarlo en otra parte… ¡pero que
no se te ocurra a ti hacer algo que enfade a Giussepe! Si te deja se acabó la
pasta.
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