La
suerte de ser gran accionista de una multinacional es tener dinero
para vivir bien, pero nada se puede hacer ante la muerte... o quizas
sí. Los avances de la ciencia han puesto nuevas herramientas en
manos de los que tenemos el dinero suficiente para pagarlo. Un seguro
de vida realmente caro, pero muy especial. En caso de morir el seguro
se ocupa de extraer toda la información de tu cerebro y trasladarlo
a otra persona. Al fin y al cabo todos nuestros recuerdos, vivencias,
experiencias e incluso sentimientos son conexiones neuronales. El
único problema es que hace falta un cuerpo donde introducir todo
eso.
La
empresa aseguradora que se ocupa de todo tiene un catalogo de
voluntarios a los que paga un sueldo muy alto de por vida solo por
estar de acuerdo en aceptar que se introduzca en ellos la mente de
otra persona. Poca gente se atreve, a pesar de que la mente
introducida no tiene ningún poder sobre el cuerpo. Solo es participe
de las experiencias desde un punto de vista pasivo. Hay una cierta
comunicación entre las dos mentes, una especie de dialogo, pero la
mente del cuerpo anfitrion es la que tiene el control total. Mucha
gente no se fía, o simplemente no quiere tener una especie de
segunda voz proponiendo cosas, dando opiniones o pidiendo algo. Por
eso, no es facil encontrar gente dispuesta y los
que aceptan es porque desde el momento que se inscriben ya tienen un
sueldo mensual muy alto asegurado, y en el momento en que se les
inserta una mente secundaria ese sueldo se duplica.
Si
es una muerte esperada, la persona que ve la muerte cercana puede ir
eligiendo entre las posibilidades de cuerpos anfitriones. La oferta
tiene sus limitaciones y todo el mundo quiere alguien de cerca, o que
lleve una vida divertida, o agradable... ya que es la vida que va a
compartir. El problema es cuando la muerte es subita y sorprende,
porque la transmision debe ser como mucho despues de 72 horas de la
muerte. En esos casos se llama al cuerpo anfitrión más accesible.
La transmisión puede ser provisional. Ya que si el cuerpo asignado
no es de su gusto, se puede realizar una nueva transmisión a otro
cuerpo siempre que
las condiciones sean favorables. Este segundo cuerpo si que debería
ser definitivo, ya que una tercera transmisión podría acarrear
problemas para los dos cerebros, por
lo que es inviable.