Alicia había salido con su amiga Paula y volvían a casa cuando aquella furgoneta paró al lado. Fue todo muy rápido y por sorpresa. Cuando llegaron a aquel lugar estaban encapuchadas y las separaron. Alicia oía los gritos de Paula y ella también le gritaba pero luego la arrastraron a otra habitación donde la encerraron a solas. Más tarde un hombre abrió la puerta y arrastrándola en la silla a la que estaba atada la sacó y le quitó la capucha. Entonces vio a su amiga Paula en una mesa en medio de la sala
El espectáculo no había hecho nada más que empezar
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